Una oda al amor por los detalles, la transparencia y la creatividad sin límites.
Un refugio de inspiración en medio del caos
En un jueves cualquiera, marcado por el bullicio y las prisas de la ciudad, encontramos en San José un rincón que parecía suspendido en el tiempo. En medio del ajetreo urbano, la calma, la inspiración y el talento se reunieron en un evento muy especial: la presentación de Sobre la Mesa, la nueva colección de la diseñadora costarricense Andrea Kader.
Desde temprana edad, Andrea supo que su vida giraría en torno al diseño. Con una sensibilidad única y una visión clara, ha logrado transformar su pasión en arte, creando piezas que no solo visten, sino que cuentan historias. Cada una de sus colecciones transmite un mensaje potente, donde la producción ética, la sostenibilidad y la autenticidad son protagonistas.
Una colección que habla de identidad y transformación
Conversamos con Andrea durante el evento, y le pedimos que nos contara sobre la esencia de Sobre la Mesa. Lo primero que quiso destacar fue cómo su identidad creativa se manifiesta en cada prenda: soluciones innovadoras, detalles inesperados y una narrativa visual única que la distingue dentro de la industria.
La colección nace de la idea de encontrar belleza en lo imperfecto. Andrea toma textiles antiguos —manteles con historia, con marcas del tiempo— y les da una nueva vida, transformándolos en piezas sofisticadas y contemporáneas, una manera de ver el potencial donde otros solo ven desgaste. En sus manos, lo dañado se convierte en deseo.
El origen del nombre: transparencia como valor estético y humano
El título Sobre la Mesa no es casual. Andrea lo eligió como un manifiesto: la intención de hacer visible lo invisible, de crear desde la honestidad más profunda. Cada prenda es elaborada con detalle y dedicación, con la certeza de que quien la adquiera se llevará mucho más que un diseño exclusivo. Se llevará confianza, transparencia y un pedazo del alma de la diseñadora.
La colección refleja su compromiso con la calidad, la originalidad y la sostenibilidad. No se trata de seguir tendencias, sino de construir piezas atemporales que se conviertan en tesoros personales, imposibles de replicar. Cada prenda es única, pensada para durar y ser reinterpretada a través del tiempo.
Creatividad sin límites: manteles convertidos en arte
Una de las características más encantadoras de la colección es la forma en que Andrea reutiliza materiales. Muchos de los diseños fueron confeccionados a partir de trazos de manteles antiguos, lo que añade una dimensión emocional y estética a las piezas.
La colección fusiona lo moderno con lo clásico: siluetas actuales que conservan un aire nostálgico, detalles artesanales como botones forrados, bordados minuciosos y cuellos cuidadosamente construidos. Cada elemento habla de dedicación, de historia, y de una creatividad que no conoce fronteras.
Moda que emociona y que se siente en la piel
Antes de finalizar nuestra conversación, le preguntamos a Andrea qué desea provocar con esta colección. Su respuesta fue clara: emoción. “No quiero que se vea como un tablero de Pinterest. Quiero que la gente sienta algo cuando use estas prendas, que vean cómo los materiales se adaptan al cuerpo y se transforman en cada persona que los lleva”.
Le pedimos también que definiera la colección en tres palabras. No lo dudó: nostalgia, atemporalidad y amor. Tres conceptos que resumen perfectamente el espíritu de Sobre la Mesa: una propuesta honesta, íntima y profundamente estética.
Un futuro lleno de promesas
Aunque Andrea ya vislumbra nuevas ideas y proyectos, su deseo por ahora es que cada persona que asistió al evento se lleve consigo una prenda única, irrepetible, que se convierta en parte de su historia personal. Una pieza que no solo habitará el armario, sino también el corazón.
Con Sobre la Mesa, Andrea Kader reafirma que la moda puede ser arte, puede ser emoción, y puede —sobre todo— ser una declaración de principios.
