Hablar de moda es hablar de París. La ciudad no solo es sinónimo de elegancia, sino que ha tenido un papel fundamental en la historia económica y cultural de Francia.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la moda parisina literalmente ayudó a reconstruir el país. En 1947, Christian Dior presentó su revolucionaria colección “New Look”, caracterizada por faldas voluminosas y siluetas ultrafemeninas. El éxito fue inmediato: no solo marcó una nueva era en la moda, sino que también reactivó la economía francesa y revitalizó la industria textil.
Incluso la Torre Eiffel ha estado cerca de convertirse en un ícono de la moda. En 1925, durante una crisis financiera en Francia, surgieron rumores de que Coco Chanel estaba interesada en colocar su logo en la torre como parte de una estrategia publicitaria. Aunque nunca se concretó, imaginar la silueta parisina acompañada del emblemático logo de Chanel sería, sin duda, magnifique.
La Semana de la Moda de París también tiene un origen histórico único. Aunque Nueva York fue la primera en organizar un evento de prensa de este tipo, el concepto moderno de “Fashion Week” nació oficialmente en 1973, con el legendario evento “The Battle of Versailles”. En esta pasarela sin precedentes, diseñadores franceses y estadounidenses se enfrentaron en una competencia creativa en el Palacio de Versalles, marcando el inicio de una tradición global.
Y, por supuesto, la Alta Costura nació en París. En 1858, el diseñador Charles Frederick Worth fundó la primera casa de moda de este tipo, presentando piezas únicas que llevaban nombre propio y dando origen al término Haute Couture.
Hoy, solo unas pocas casas en el mundo tienen el honor de llevar este título, ya que deben cumplir con los estrictos requisitos establecidos por la Chambre Syndicale de la Haute Couture, entre ellos:
- Diseñar piezas hechas a medida para clientes privados.
- Contar con un taller (atelier) en París con al menos 15 empleados a tiempo completo.
- Presentar dos colecciones al año, una en enero y otra en julio, durante la Semana de la Alta Costura de París.
De Dior a Chanel, de Versalles a los ateliers, París sigue siendo el epicentro donde la historia, el arte y la moda se entrelazan para dar vida al estilo más admirado del mundo.




