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Desde que Anna Wintour asumió el cargo de Editora en Jefe de Vogue en 1988, la revista se ha establecido como un pilar indiscutible del mundo de la moda, siempre adelantándose a las tendencias y manteniendo su estatus como una de las publicaciones más influyentes del planeta. Sin embargo, este diciembre, la icónica editora nos tiene una sorpresa que marca un hito en la historia de la revista: un toque muy especial, cortesía de su amigo y colaborador cercano, el diseñador Marc Jacobs.

La invitación de Anna a Marc para que fuera el editor invitado de la edición de diciembre de Vogue no solo es un testimonio de su amistad, sino también un reconocimiento al poder creativo y disruptivo de Jacobs. El diseñador, conocido por su enfoque audaz y su capacidad para mezclar lo clásico con lo contemporáneo, aceptó la oferta con una mezcla de emoción y responsabilidad. Este proyecto, sin duda, representa un punto culminante en su carrera, ya que trabajar junto a Anna Wintour significa no solo formar parte de una de las publicaciones más prestigiosas del mundo, sino también dejar una marca indeleble en la historia de la moda.

Anna Wintour y Marc Jacobs/ Foto: Cortesía.

Un trabajo en equipo lleno de creatividad

La edición no solo es el resultado de la visión de Marc Jacobs, sino también de un verdadero trabajo en equipo. Anna Wintour, como siempre, estuvo al tanto del proceso, guiando la creatividad de Jacobs pero dejando espacio para que este pudiera volar libremente. El apoyo de Vogue permitió que Jacobs expresara su visión de forma auténtica, pero siempre dentro de los parámetros que han posicionado a la revista como la gran autoridad de la moda global.

Un equipo de profesionales de primer nivel también participó en la realización de esta edición histórica. Alastair McKimm y Raúl Martínez, entre otros, contribuyeron a dar vida a esta propuesta única. Y, por supuesto, la elección de la portada fue clave: Marc Jacobs no dudó en invitar a la supermodelo Kaia Gerber, quien se ha consolidado como una de las figuras más relevantes en la industria.

Una portada de doble impacto

Kaia Gerber será la estrella en dos portadas muy especiales. La primera, una fotografía realizada por el maestro Steven Meisel, cuyo trabajo ha sido fundamental en la historia de Vogue, captura la esencia del maximalismo que caracteriza la estética de Marc Jacobs. La segunda portada es una obra única: una ilustración estilo caricatura creada por la talentosa artista Anna Weyant, que da una visión fresca y contemporánea a la edición. Ambas portadas reflejan la diversidad de enfoques creativos que Jacobs quería transmitir, fusionando la moda con el arte y la libertad de expresión.

El maquillaje fue obra de la siempre innovadora Pat McGrath, mientras que el peinado fue realizado por Guido Palau, y el estilismo, corrió a cargo de la legendaria Grace Coddington. En cada uno de estos detalles se percibe la esencia de Marc Jacobs: un homenaje a la exuberancia, el color y la experimentación, todo con un h honor al maximalismo que ha caracterizado sus últimas colecciones.

La danza y el glamour: un viaje al arte y la expresión

Una de las características más llamativas de esta edición es la referencia sutil pero poderosa al mundo de la danza. A lo largo de las fotografías, se pueden ver momentos que evocan la elegancia y la libertad del movimiento, uniendo el glamour tradicional de Vogue con la presencia innovadora de la danza. Es como si cada página nos invitara a vivir la moda como una forma de arte, donde la expresión se eleva al nivel de la belleza.

Marc Jacobs, con esta colaboración, logra lo que mejor sabe hacer: crear una Vogue que no solo sea una revista de moda, sino una celebración del arte y la creatividad. El diseñador quiso mostrar cómo la moda puede cobrar vida, cómo puede trascender las pasarelas y convertirse en una forma de expresión libre y desenfrenada.

Edición Vogue diciembre 2024/ Foto: Cortesía.

Edición Vogue diciembre 2024/ Foto: Cortesía.

Un cierre de año memorable

Esta edición de diciembre marca el cierre de un ciclo para Vogue, pero también abre la puerta a nuevas posibilidades. La colaboración entre Anna Wintour y Marc Jacobs nos recuerda la importancia de la renovación constante en la industria de la moda y cómo el arte, la moda y la creatividad pueden fusionarse de maneras inesperadas, pero hermosamente efectivas.

La visión de Jacobs, su capacidad para reinterpretar los códigos de la moda y su autenticidad, se convierten en los grandes protagonistas de una edición histórica que, sin duda, será recordada por mucho tiempo. Y mientras la relación entre Anna Wintour y Marc Jacobs continúa siendo una de las más poderosas de la industria, podemos estar seguros de que Vogue siempre estará a la vanguardia, ofreciendo lo mejor del talento creativo en cada edición.

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