Cuando hablamos de propuestas auténticas y creativas, Heterocromía es sin duda un ejemplo destacado. La marca nos regaló una noche envuelta en arte moderno, donde la pasarela no solo presentó moda, sino también una reflexión sobre la belleza en sus múltiples formas, invitando al público a interpretar un contexto profundo detrás de cada pieza. La diseñadora Elena Latycheva Salazar, fundadora de esta marca costarricense, ha forjado una trayectoria sólida tanto en Costa Rica como internacionalmente. Graduada de la Universidad Veritas, con una Maestría en Dirección y Creación de Marca de Moda en la Escuela Superior de Diseño (ESDESIGN) de España, Elena ha logrado integrar la moda con una visión artística que da forma a colecciones llenas de creatividad y significado.
Su amor por el arte comenzó desde su niñez, influenciada por su hermana Alexandra Latishev, una cineasta reconocida a nivel nacional, y con el apoyo incondicional de sus padres, quienes fomentaron su talento a través de cursos de pintura, teatro, danza y música. Esta formación integral permitió que Elena desarrollara su capacidad artística, explorando la moda como una forma de expresión personal y social.
Fotografía: Jose David Quirós.
Heterocromía: Un nombre que refleja la esencia de su creadora
La marca Heterocromía nace de una condición personal de Elena: su heterocromía ocular, que se refiere a tener los ojos de diferentes colores. Este detalle biológico, único y distintivo, da nombre a la marca y, al mismo tiempo, representa su propuesta de diseño. Tal como sus ojos, Heterocromía celebra la singularidad y la diversidad. Cada pieza que sale de su taller es limitada, producida de forma consciente y con una filosofía que prioriza la autonomía y la autenticidad. Esta propuesta no solo se refleja en la producción de las prendas, sino también en su esencia: ser diferentes y aceptar lo que nos hace únicos.
Elena nos comparte que el concepto de la marca transmite un mensaje clave: no es necesario encajar en los moldes establecidos por la sociedad, sino más bien abrazar lo que nos distingue, ya sea en lo físico o en lo interno. La asimetría, que aparece tanto en sus diseños como en el enfoque de vida, es un símbolo de fuerza y autonomía. En cada prenda, la diseñadora transmite la importancia de abrazar la «imperfección» y la individualidad, elementos esenciales en su propuesta estética.
Fotografía: Jose David Quirós.
Fotografía: Jose David Quirós.
Moda como expresión artística
Uno de los pilares fundamentales de Heterocromía es el vestuario escénico. Elena ha explorado con pasión cómo la moda puede ser una poderosa herramienta de expresión artística, capaz de contar historias a través de la ropa. En su proceso creativo, fusiona la historia de la moda con el arte, buscando siempre dar lugar a colecciones que no solo sean modernas, sino que también inviten a la reflexión y al análisis estético. A través de sus diseños, transmite un mensaje profundo sobre la belleza inusual y el poder de la moda para abordar cuestiones como la adversidad, la soledad y la resistencia.
El lema de la marca, «Moda Antagonista, moda para villanes», refleja esta visión. Elena nos explica que este lema está inspirado en la idea de que la «villanía» no es algo negativo, sino una metáfora de la fuerza y la capacidad de superar obstáculos. Aquellas personas que, a pesar de las dificultades, siempre encuentran una forma de salir adelante, abrazando su propia esencia.
Fotografía: Jose David Quirós.
Fotografía: Jose David Quirós.
La colección: una oda a la locura y la individualidad
La noche de la presentación de Heterocromía estuvo marcada por una puesta en escena que cautivó a los asistentes. Las prendas, confeccionadas con materiales como lamé, lana, army, y lineta, ofrecieron una propuesta única, moderna y asimétrica. Cada pieza fue diseñada para transmitir un mensaje claro: la belleza de la imperfección y la individualidad como fuerza transformadora. La colección fue un homenaje a la locura, la soledad, la adversidad y la «villanía», pero también a la magia que emerge de todo esto cuando se observa desde una nueva perspectiva.
La diseñadora contó con un equipo de trabajo excepcional, entre los cuales destacó la colaboración con la marca Metal Bones para la joyería, el maquillaje artístico de Daniela Aparicio, y las impresionantes fotografías de José David Quirós, quien logró capturar cada momento de la pasarela. Los modelos, Abigail Aguilar, Alex Torres, Salomón Pérez y Yazmín Ugalde, aportaron su talento y presencia, dando vida a la visión de Elena sobre la pasarela.
Fotografía: Jose David Quirós.
Un futuro brillante y lleno de esencia propia
Heterocromía no solo tiene una visión artística única, sino también un plan de expansión claro. Elena nos comparte su ambición de “dominar el mundo”, un objetivo que refleja el deseo de hacer que su marca sea reconocida no solo en el mercado nacional, sino también internacionalmente. Uno de sus proyectos más emocionantes es ofrecer un servicio de alquiler de prendas dirigido a artistas escénicos y estilistas de vestuario, lo que abrirá nuevas oportunidades para quienes buscan piezas únicas para sus producciones.
El evento de Heterocromía fue, sin duda, una noche inolvidable, donde la moda se convirtió en un lenguaje visual cargado de significados. Con una propuesta que abraza lo diverso, lo asimétrico y lo auténtico, no cabe duda de que Elena y su marca tienen un futuro brillante por delante, uno que sigue fiel a su esencia y promete continuar sorprendiendo al mundo con su arte.
Fotografía: Jose David Quirós.