Un vision board no es solo un collage bonito. Es una herramienta visual que te ayuda a poner en orden lo que querés, hacia dónde vas y con qué energía querés construir tu futuro. Funciona como un recordatorio constante de tus intenciones, sueños y objetivos, ayudándote a enfocarte y a tomar decisiones más alineadas con eso que deseás atraer.
¿Para qué sirve un vision board?
Sirve para darle forma visual a lo que muchas veces está solo en tu cabeza. Al ver tus metas representadas en imágenes, palabras y símbolos, tu mente empieza a reconocerlas como posibles y alcanzables. Un vision board te ayuda a mantener claridad, motivación y enfoque, especialmente en momentos de duda o cansancio. No es magia: es intención, constancia y dirección.
Antes de empezar: la intención
Antes de recortar o guardar imágenes, el paso más importante es reflexionar. Pensá qué querés manifestar en distintas áreas de tu vida: trabajo, relaciones, bienestar, creatividad, viajes o crecimiento personal. Un buen vision board no se trata de “tener más”, sino de sentir mejor y vivir más alineada con lo que sos hoy.
Cómo hacer tu vision board
Elegí el formato que más vaya con vos: puede ser físico (cartulina, revista, fotos impresas) o digital (Pinterest, Canva, fondo de pantalla). Buscá imágenes, frases o palabras que te generen emoción real. No pienses tanto en lo que “debería” estar, sino en lo que te mueve por dentro. Organizalo de forma intuitiva y dejá que fluya.
Dónde ponerlo y cómo usarlo
Colocá tu vision board en un lugar donde lo veas seguido: tu cuarto, tu escritorio o incluso como fondo del celular. No se trata solo de mirarlo, sino de conectar con él. Tomate unos segundos cada día para observarlo, agradecer lo que ya está pasando y visualizar lo que querés atraer.
Un recordatorio final
Tu vision board no es una promesa rígida, es una guía. Puede cambiar, evolucionar y adaptarse a nuevas versiones de vos. Lo importante no es cumplirlo al pie de la letra, sino que te ayude a vivir con más intención, claridad y conciencia.




