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Es común escuchar frases como “hay que vestirse acorde a nuestra edad” o “debemos utilizar ropa que se ajuste a nuestro tipo de cuerpo”. Estas afirmaciones suelen reflejar la creencia de que los cambios corporales que ocurren con el tiempo son vistos como algo negativo. Sin embargo, dentro de la evolución del estilo personal, ¿qué sucede si estos cambios se convierten en una oportunidad para desarrollar un nuevo estilo que nos brinde mayor comodidad y seguridad, sin perder nuestra esencia al vestir?

Lo cierto es que un look puede comunicar un estilo, proyectar una personalidad y expresar nuestra esencia, pero esto no significa que haya una única forma válida de vestir. El estilo es algo dinámico que puede transformarse con el tiempo, adaptándose a las diferentes etapas que atraviesa nuestro cuerpo. En lugar de mantener una visión rígida, es posible abrirnos a una expresión más fluida de nuestra identidad en cada etapa de la vida a la hora de vestir.

Un ejemplo de esta evolución es cómo, en los años 2000, muchas personas se sentían cómodas usando jeans ajustados (skinny jeans), pero con el paso del tiempo, se ha optado por utilizar pantalones más holgados en busca de mayor comodidad. Este cambio aparentemente sencillo, puede llevar a una transformación en el guardarropa, alineando las prendas con las nuevas preferencias, y, por ende, modificando el estilo personal.

Adaptarse al cambio: una oportunidad para evolucionar

Aceptar los cambios que experimenta nuestro cuerpo puede ser una oportunidad positiva para renovar nuestro estilo, manteniendo siempre la autenticidad al elegir qué prendas vestir. Encontrar ropa que nos haga sentir comodidad y seguridad, en el cuerpo actual es un acto de amor propio, y estos consejos pueden ayudarte en ese proceso:

  1. Inspírate, pero mantén tu esencia: Encuentra inspiración en otras personas, pero no intentes replicar su estilo por completo. Adáptalo para expresar quién eres y lo que deseas proyectar a los demás. La moda no es solo seguir tendencias, sino también encontrar prendas que reflejen quién eres en ese momento de tu vida.
  2. Sé versátil: No te limites a una única forma de vestir. Puedes mantener un estilo personal combinando días en los que luzcas más elegante con otros en los que optes por algo más casual. Esta flexibilidad refleja una identidad en constante evolución. Lo importante es conservar ese detalle que siempre te hace ser tú. Adaptarse al contexto o al estado de ánimo no significa dejar de ser uno mismo.
  3. Transforma con detalles: No es necesario renovar todo el guardarropa. A veces, incorporar accesorios estratégicos puede transformar un look por completo. Experimentar con pequeños cambios es una forma creativa de explorar nuevas facetas del estilo. Por ejemplo, en mi juventud evitaba la joyería grande, pero ahora disfruto utilizar accesorios llamativos.
  4. Construye un armario esencial y duradero: Es fundamental contar con prendas y accesorios que reflejen tu esencia a largo plazo. Además del toque «extra» que añade diversión al vestuario, también es importante tener piezas versátiles que puedan acompañarte en diferentes momentos, permitiendo combinaciones creativas y coherentes con tu identidad.

Vestir es una herramienta de autoexpresión

La moda es una herramienta poderosa para expresar nuestra individualidad. A lo largo de la vida, nuestro armario puede cambiar y evolucionar, pero estos cambios no deben estar dictados por lo que la sociedad considera adecuado. Más allá de las normas sociales, el estilo debe reflejar nuestra personalidad y esencia en cada momento. Cada nueva etapa es una oportunidad para expresar algo distinto, abrazando los cambios constantes de nuestro cuerpo y utilizando la moda como un proceso de autodescubrimiento.

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