Skip to main content

Hay un momento que todas hemos vivido: escuchar una canción y pensar “esa soy yo”. La música siempre ha sido más que sonido: ha sido un lenguaje emocional que atraviesa generaciones.

No es nuevo. Nuestras mamás tenían sus propias “Lacy”, “Heather”, “Betty” o “Cindy Lou” en versiones ochenteras y noventeras, canciones que hablaban de amores imposibles o inseguridades que nadie confesaba. Nosotras simplemente heredamos esa sensibilidad… pero con Taylor, Olivia, Sabrina, Lana o Gracie como narradoras.