Lo que comenzó como un homenaje a la moda en las calles de Nueva York en 2022, se ha convertido en uno de los eventos más esperados del calendario fashion. Vogue World celebró este año su edición más cinematográfica hasta la fecha: Vogue World: Hollywood, una oda al cine clásico, la alfombra roja y el poder del espectáculo.
El icónico set de Paramount Pictures en Los Ángeles se transformó en una pasarela viva donde las luces, la música y el arte se unieron en perfecta armonía. Bajo la dirección de Baz Luhrmann el visionario detrás de películas como Moulin Rouge! y Elvis, la velada se inspiró en la historia de Hollywood, desde la era dorada del cine hasta la influencia del séptimo arte en la moda contemporánea.
 
          Entre los asistentes destacaron figuras como Nicole Kidman, Kendall Jenner, Gigi Hadid, Cara Delevingne, Kaia Gerber, Ariana Grande y Brie Larson, quienes encarnaron la elegancia y el dramatismo del evento con looks cuidadosamente seleccionados por las casas de moda más prestigiosas. Cada aparición fue un tributo a la conexión eterna entre el cine y la moda, dos mundos que siempre han compartido el mismo lenguaje: el de contar historias a través de la imagen.
 
          Vogue World: Hollywood no fue solo un desfile; fue una experiencia inmersiva que rindió homenaje a los grandes géneros cinematográficos del musical al noir, del romance al drama, fusionando diseño, coreografía y narrativa visual en un solo espectáculo. La escenografía, los números musicales y la dirección artística convirtieron la noche en un viaje a través de décadas de glamour y creatividad.
Con esta edición, Vogue World reafirma su propósito: celebrar la cultura de la moda más allá de las pasarelas tradicionales y mostrarla como una fuerza artística y emocional. Desde Londres hasta Nueva York y ahora Hollywood, el evento se ha consolidado como una carta de amor a la moda global, reuniendo a diseñadores, artistas y soñadores en un mismo escenario.
Vogue World: Hollywood nos recordó que la moda, como el cine, tiene el poder de transportarnos, de hacernos soñar y de inmortalizar momentos. Y anoche, en medio de luces, cámaras y vestidos que parecían salidos de una película, el glamour volvió a brillar con más fuerza que nunca.
 
          







