La imprescindibles
Este dúo no solo fusiona la feminidad del vestido con la robustez y seguridad de las botas, sino que también crea un contraste visualmente atractivo. Para este otoño-invierno, los vestidos fluidos y estampados se combinan a la perfección con botas altas, ya sean ajustadas o con un toque ecuestre.
Los vestidos mini y las botas XXL o de estilo militar han tomado fuerza en las últimas temporadas y ya se han convertido en un clásico del día a día. Este invierno, no hay excusa para no lucirlas. Con su suela gruesa, cordones y hebillas, las botas militares se han renovado con detalles exagerados y un diseño llevado al extremo. Las nuevas propuestas apuestan por la extravagancia, como nos lo ha mostrado Balenciaga, y no son aptas para quienes busquen discreción.
Por supuesto, no podemos olvidar la estética bohemia, que sigue posicionándose como una de las favoritas. Las botas bohemias con un toque setentero, ya sean de estilo ‘cowboy’ o confeccionadas en ante, llegan en tonos neutros como marrones y beiges, perfectas para el otoño. Diseñadoras como Isabel Marant han liderado esta tendencia, que además incluye botas en colores vibrantes y texturas originales como charol o terciopelo, ideales para añadir un toque de personalidad a cualquier look.
Finalmente, las botas de caña XXL, conocidas como mosqueteras, se han convertido en un must de esta temporada. Este estilo, que llega por encima de la rodilla, es perfecto para combinar con vestidos cortos o faldas, creando un efecto elegante y alargado en las piernas. Chanel ha llevado las botas de agua al siguiente nivel con su versión mosquetera, que es de lo más original que hemos visto en el ‘street style’.
Las botas simbolizan, además, el cierre del año y el fin de una temporada, preparándonos para el inicio de un nuevo ciclo lleno de tendencias por descubrir.